LA ECONOMIA
INFORMAL.
Se
denomina economía informal o economía irregular a la
actividad económica oculta sólo por razones de evadir impuestos o de controles
administrativos (por ejemplo, el trabajo doméstico no declarado, la
venta ambulante espontánea en los mercados, plazas, etc, o la sobrevaloración
del precio escriturado en una compraventa de casas o departamentos).
La
economía informal o irregular forma parte de la economía sumergida, junto
con las actividades económicas ilegales (por ejemplo, la facturación falsa o
falseada, el tráfico de drogas, el tráfico de armas, la prostitución, el
blanqueo de capitales, el crimen organizado y el terrorismo).
Aunque
la economía informal se ha asociado frecuentemente a países en desarrollo y economías
emergentes, todos los sistemas económicos, sin excepción, participan de ella.
El
daño económico que causa la economía informal al estado (SUNAT) no solamente se
cifra en el lucro cesante tributario; se extiende al daño emergente consistente
en el disfrute indebido de subvenciones, subsidios, pensiones y demás rúbricas
del presupuesto de gastos públicos.
Asimismo,
la economía informal constituye uno de los supuestos más dañinos de competencia
desleal entre los agentes económicos.
En
el año 2013 Perú ha sido campeón en estas dos economías: la informal y
la ilegal. Es más, han crecido a una tasa superior a la economía formal: si
crecemos 5.1% este año, estas lo hicieron muy por encima de esa cifra. Datos
del Ministerio de Trabajo indican que el 68% del mercado laboral es informal.
El año pasado era el 61%: ha crecido mucho en un año. La informalidad en
porcentaje del PBI (Producto Bruto Interno) está en 35%; es decir, no ha
cambiado. La economía formal crece, y la informal también. Y si aspiramos a ser
un país desarrollado, esos niveles de informalidad no son saludables. Todas las
medidas que se han dado, no han tenido efectos positivos.
¿Crees tú que la
economía informal le hace bien al país? ¿Por qué?.
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